Recordando los noventas: Slam Dunk

Hace un par de décadas, se vivían buenos momentos en el anime, y también en el basquetbol. Gozábamos de el mejor jugador en la historia de este deporte, Michael Jordan, quien podía ganar prácticamente solo un partido aún con una infección estomacal, un monstruo como no podrá existir otro en mucho tiempo.

Tanto fue el fenómeno de Jordan y su equipo, los Toros de Chicago, que en Japón, Shonen Jump comenzó a publicar un manga de este deporte, Slam Dunk, que posteriormente Toei Animation llevaría a la pantalla chica en una serie que es considerada por muchos, como la mejor en cuanto a temática deportiva, por arriba de Captain Tsubasa, así de grande es.

Su éxito no era simplemente porque el equipo protagonista, Shohoku, tuviera un uniforme similar al de los Toros de Chicago, para nada, eso simplemente era un homenaje al gran equipo de la NBA. Su base era la historia. Además de grandes partidos, se nos relataba la historia de los protagonistas fuera de la cancha.

El jugador principal, Hanamichi Sakuragi, no era el genio que todos esperan ver en la cancha, no sabía ni botar un balón al inicio de la serie, pero el amor por una chica, (que termina siendo la hermana del capitán de Shohoku), lo hacen mirar a este deporte y demostrar que cuando uno desea algo, puede conseguirlo.

Además de Sakuragi, el equipo contaba con Akagi, el Capitán, Ryota, quien era el movedor de pelota, Mitzui, el gran tirador de tres puntos y la estrella y genio, Rukawa, quien como en toda serie de los noventas, era el eterno rival-amigo de Hanamichi.

La serie se transmitió completa en varios países de América Latina, volviéndose muy famosa en varios de ellos, en los que superaba la audiencia de grandes programas de aquella época. Otro punto importante para su éxito, era su música, en la que participaban bandas tan talentosas como Zard, con el mítico tema, My Friend, interpretado por Azumi Sakai.

Se volvió un ícono de la animación en general. Actualmente, en muchas convenciones de anime y manga, se pueden ver aún los jersey del Shohoku con el número 10 de Hanamichi Sakuragi en la espalda. Si no la has visto, es buen momento para que conozcas una pieza maestra del anime deportivo, que insisto, aunque no lo creas, puede quitar de tu pedestal a Oliver y compañía.

Por Juan Carlos García
Amante del manga, anime y de la cultura japonesa desde hace más de 25 años. Todo este tiempo ha descubierto apasionantes secretos del mundo otaku, dentro y fuera de la pantalla.