Nada en nuestra vida sería igual sin la obra de George A. Romero, el padre fílmico de los zombies. Desde 1968 creó un subgénero en las películas de horror y su influencia se ha hecho cada vez más fuerte a través de los años. Tal vez nunca hubieran existido novelas gráficas y series de TV como “The Walking Dead“, Michael Jackson no hubiera hecho aquel video de “Thriller“, no habría marchas del orgullo zombie en las calles, y no sabríamos cómo rayos defendernos ante un apocalipsis de muertos vivientes, “walkers”, podridos, infectados, no muertos, descerebrados… ¡zombies! Para despedir como se merece a una de las mentes brillantes del cine, súbele a esta oda musical.