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La audición de Carrie Fisher para Star Wars
Se trataba de un ambicioso proyecto de un joven director casi desconocido cuyo nombre era George Lucas y su producción estrenaría como Star Wars para después ser nombrada Star Wars: Episode IV – A New Hope.
Eran mediados de los años setenta y una joven actriz llamada Carrie Fisher, de apenas 19 años, quería probar suerte en el cine luego de un par de breves papeles en las cintas Debbie Reynolds and the Sound of Children (1969) y Shampoo (1975).
Hija del cantante Eddie Fisher y de la actriz Debbie Reynolds, para Carrie no era desconocido el glamur hollywoodense, pero debía probarse a sí misma cuáles eran sus límites.
Así que buscó audicionar para esta nueva y arriesgada producción que muchos aseguraban fracasaría antes de su estreno y ha resultado la franquicia más rentable de la historia del cine.
Para obtener el papel de la princesa Leia Organa, Carrie debió leer sus líneas junto a Harrison Ford, y afortunadamente se quedó con el papel.
La escena que ensayan ocurre cuando ella revela que los planos de la Estrella de la Muerte están en el droide R2-D2 y pide ayuda a Han Solo para buscarlo.
Aquí la tienes:
Como complemento, échale un ojo a la audición de Mark Hamill buscando ser Luke Skywalker: