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Ranking: ‘Star Wars’, todas las películas de la peor a la mejor
La saga de la galaxia muy, muy lejana ha estado con nosotros por más de cuarenta años. Con (casi) tres trilogías y dos spin-offs en el cine, cada quien tiene su episodio favorito en su épica y compleja historia. Por ello, un ranking de Star Wars definitivo puede ser algo complicado y controversial.
Sin embargo, ésta es sólo nuestra opinión, y nos gustaría leer las de otros warsies. Mientras tanto, aquí están todas las películas de la saga, rankeadas de la peor a la mejor.
(Nota del editor: volveremos a este ranking de Star Wars una vez que hayamos visto el noveno episodio de la saga).
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11. Star Wars: The Clone Wars
Sí, la guerra de los clones es un acontecimiento crucial en la historia de la galaxia. Y sí, la serie de televisión expande muchísimo la mitología de la franquicia. Podemos ver con nuestros ojos una guerra apenas mencionada de paso en la trilogía original, y que transcurre entre dos episodios de las precuelas.
Sin embargo, como película por sí sola, The Clone Wars no se sostiene. La animación, para su momento, apenas si arañaba la calidad esperada para el cine. Ese es el punto: es más como un piloto para televisión glorificado, pensado para dar pie a la exitosa serie que le siguió.
10. Episode II: Attack of the Clones
¿Qué? ¿Un ranking de Star Wars donde The Phantom Menace no es la peor de las precuelas? La ubicación de ambas puede ser muy subjetiva, pero el consenso es que ambas compiten entre sí por la dudosa distinción de las peores en la saga entera.
Y sí, puede que Attack of the Clones tenga menos dosis de Jar Jar Binks, y que haya sido un parteaguas (fue de las primeras películas filmadas por completo en formato digital). Pero también tiene diálogos que saltan súbitamente de lo increíblemente cursi a lo escalofriante. Recordemos que fue nuestro primer contacto con el adulto Anakin Skywalker (Hayden Christensen), próximo a convertirse en Darth Vader. Resultó decepcionante que fuera tanto o más quejumbroso que su futuro hijo.
9. Episode I: The Phantom Menace
Y sí, el famoso Episodio I no puede estar muy lejos de su sucesora en el ranking. Hay que decirlo, Jar Jar Binks es uno de sus problemas más evidentes, aunque no es el único. De entrada, esta película la encargada de darle en la torre al misticismo de la Fuerza y los Jedi. No hacía falta la explicación “científica” de los midiclorianos, pero ahí queda para la posteridad (no por nada la nueva trilogía ha optado por ignorarlos). En su momento, también generó contradicciones con el canon fílmico (¿quién diablos es Qui-Gonn, y por qué Yoda no es el maestro de Obi-Wan?
Incluso si ignoramos lo anterior y tomamos The Phantom Menace por sí sola, el resultado es mixto. La carrera de pods es visualmente espectacular, pero narrativamente superflua. Ewan McGregor es un gran Obi-Wan Kenobi joven, pero se pierde entre tanta política y bloqueos a rutas de comercio. Su virtud, sin embargo, es el duelo Jedi más grande de la saga a la fecha, al son de una de sus más grandes piezas musicales: Duel of the Fates.
8. Solo: A Star Wars Story
¿Eran necesarios los spin-offs de A Star Wars Story? Es discutible, pero es cierto que el más superfluo y menos logrado de los dos es el de Han Solo (Alden Ehrenreich).
Sin duda, Solo tiene interesantes influencias del género western, algo apenas sugerido por las apariciones del personaje en la trilogía original. Las secuencias de acción, sobre todo el asalto al tren, son efectivas. Sin embargo, éste es un guión hecho por y para el fan service.
Lo que hace a una leyenda emocionante es que no conocemos todos los detalles. ¿Necesitábamos presenciar el corredor de Kessel? ¿Ver cómo el Halcón Milenario se convirtió en chatarra, o cómo se conocieron Han y Lando (Donald Glover)? No particularmente. Mucho menos si Han es convertido en otro Luke en el proceso.
7. Episode III: Revenge of the Sith
La mayoría estaremos de acuerdo en que el final de la trilogía de precuelas es el episodio mejor logrado de los tres, con creces. Empieza y termina con un bombazo, y la trágica caída de Anakin al lado oscuro es tangible (incluso si Christensen sigue siendo su elemento más débil).
Sin duda, Revenge of the Sith está lejos de ser perfecta (¿en serio apenas se dan cuenta de que el tétrico Palpatine es un Sith?). Sin embargo, es una conclusión contundente para las precuelas, y cierra el círculo con varias de las historias presentadas en la trilogía original.
6. Episode VI: Return of the Jedi
El hecho es que Star Wars fue concebida, ante todo, como una espectacular aventura para niños. Tras la inauguración ofrecida por A New Hope y el drama de The Empire Strikes Back, el sexto episodio de la saga cierra la primera trilogía honrando esa promesa.
Y sí, Return of the Jedi tiene un claro foco en la acción, en dar cierre un emotivo a la saga Skywalker (hasta entonces) y, claro, también en vender juguetes. Los Ewoks son adorables y divertidos en pantalla (y siempre hay algo encantador en ver triunfar a los héroes improbables). Sin embargo, ésta es la película de la saga que más se ve afectada en credibilidad por entregas siguientes. Tras haber presenciado la brutalidad de la que es capaz el Imperio, resulta absurdo verlo caer ante unos ositos y un puñado de rebeldes.
5. Rogue One: A Star Wars Story
Esta entrega sufre de lo mismo que Solo: A Star Wars Story: existe para hacer fan service y contarnos una historia que ya sabemos. A su favor, lo hace a través de personajes nuevos con los que es posible simpatizar.
La mayor virtud de Rogue One es hacer tangibles los riesgos de la rebelión. Antes de que apareciera Luke, como bendecido por la Fuerza para derribar al Imperio, los mortales tienen que jugársela y a veces pagar el máximo precio. Ésta es la película que pone el “Wars” en Star Wars.
4. Episode VIII: The Last Jedi
A riesgo de ganarme el odio de varios, tengo que admitirlo: hay mucho que sí me gustó el controversial octavo episodio. Y sí, créanlo o no, creo que es un final apto para la historia de Luke Skywalker (Mark Hamill) y de los Jedi en general. También creo que es la entrega visualmente más hermosa en la franquicia entera.
Específicamente para Rey (Daisy Ridley), Poe (Oscar Isaac) y Kylo Ren (Adam Driver), la historia de The Last Jedi es un significativo paso hacia adelante. ¿Para el resto? No tanto. Finn (John Boyega) y Rose (Kelly Marie Tran) pasan una nada insignificante porción de la película en una subtrama que no termina en nada.
3. Episode IV: A New Hope
¿Qué? ¿Un ranking de Star Wars con la primera película tan abajo? ¡Sacrilegio!
Quizá lo sea. Debo decirlo: recuerdo A New Hope con cariño y nostalgia, la introducción perfecta a la mitología de la saga, con una trama más simplificada y elegante (para tiempos más civilizados). Y sí, analizarla desde sus influencias también la hace bastante disfrutable. Pero con la ventaja de la distancia, también hay que decir que, por sí sola, es una película con sus problemas de ritmo.
2. Episode VII: The Force Awakens
¿Éste no es casi un remake de A New Hope? En muchos sentidos lo es, y los paralelos son innegables.
Una forma de verlo es que The Force Awakens es la versión mejorada de su predecesora, con un impacto emocional mayor. Mientras que la primera película de la saga es la introducción, en esta ya estamos más involucrados con sus personajes. Y de nuevo, a riesgo de que me lluevan tomatazos: ambos Rey y Finn son más divertidos en pantalla de lo que Luke lo fue al principio.
1. Episode V: The Empire Strikes Back
No hay sorpresas aquí, ¿o sí? Lo inaudito sería que este episodio no coronara casi todo ranking de Star Wars en existencia.
Para bien o para mal, Star Wars no ha visto mejor momento que The Empire Strikes Back. El quinto episodio expande la franquicia en todas las direcciones correctas (desde Yoda a Lando, Jango Fett, el Emperador Palpatine y el inmenso poderío del Imperio). Toda la mitología de la saga, en adelante, gira en torno a la gran y conocida revelación: que Darth Vader es el padre de Luke Skywalker.