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Las 7 monjas más siniestras del cine de horror
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo… estas algunas de las monjas más siniestras del cine de horror de toda la historia.
La monja 2 es una de las cintas de terror que más sustos están causando por estos días después de su estreno en cines. En ella conocemos la historia del demonio Valak, que apareció por primera vez en The Conjuring 2. Sin embargo, el concepto religioso y la imagen de la monja como elemento de miedo son recursos añejos en el cine de terror. Muchos directores han utilizado a estas santas mujeres para explorar algunos conceptos aterradores. En este texto vamos a hablar sobre algunas de las monjas más siniestras del cine de horror de toda la historia.
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Madre Vincenza (The Other Hell, 1981)
Bruno Mattei es uno de los mejores directores de terror italianos pese a no tener la popularidad de un Dario Argento, Mario Bava o Lucio Fulci. Uno de sus mejores logros fue esta película de terror, protagonizada por una monja aterradora llamada Madre Vincenza. En esta cinta vemos un convento donde las monjas son poseídas por el Diablo, y se obsesionan con el abad de la iglesia. Un sacerdote local es llamado para investigar y descubre una conspiración, dirigida por la Madre Vincenza, quien asesina sistemáticamente a sus novicias.
Sor María (Satánico Pandemonium, 1975)
También conocida como La Sexorcista, esta cinta rodada en México pertenece a un polémico subgénero conocido como Nunsploitation, que se refiere a la clase de películas que involucran a monjas en su trama o subtrama. En el caso de la cinta que nos ocupa, la hermana María es una seguidora pura y dedicada a Cristo, pero una noche es tentada por Satanás y rápidamente se embarca en una misión de maldad acompañada de incontrolables deseos sexuales.
La monja poseída (Häxan, 1922)
Häxan es un falso documental de terror, rodado en 1922, que explora el fenómeno de la brujería a lo largo de los siglos. En esta aterradora y hermosa producción vemos quizás el primer ejemplo de una monja terrorífica y poseída que es golpeada en la cabeza por el mismísimo Satanás. Las escenas de esta película de culto son realmente escalofriantes, todo un logro tomando en cuenta el año en que se rodó.
Hermana Muerte (Verónica, 2016)
La película española Verónica es una de las más espeluznantes de los últimos años. Aunque los sustos provienen de una entidad desconocida que persigue a la adolescente Verónica y a sus hermanos pequeños, hay una monja que da mucho miedo. Se trata de la Hermana Muerte, una anciana estricta y ciega, que tendrá su propia película. Al final, la Hermana Muerte resulta ser una aliada en la lucha de Verónica contra el mal, pero eso no impide que sea siniestra.
Hermana Jeanne (Los demonios, 1971)
Esta adaptación de la novela de Aldous Huxley sigue siendo una de las películas más controvertidas de todos los tiempos. En esta cinta, que nos habla sobre la histeria religiosa, la actriz Vanessa Redgrave interpreta a la hermana Jeanne, una monja sexualmente reprimida que ama en secreto al sacerdote Grandier, interpretado por Oliver Reed, en la Francia del siglo XVIII. Jeanne, sedienta de venganza, acusa a Grandier de brujería y afirma que ha hechizado a todo el convento.
Valak (La Monja, 2018)
Valak es, desde luego, una de las monjas más aterradoras del cine de horror de todos los tiempos. La conocimos en The Conjuring 2, y también hizo un cameo en Annabelle: Creation. Asimismo tiene dos películas en donde profundizamos en su origen y significado. La monja es Valak, un demonio que se arrastra por pasillos oscuros y aterroriza a la audiencia con su pavorosa presencia. No hay duda de que el personaje interpretado por la actriz Bonnie Aarons ya es uno de los consentidos entre la audiencia.
Monja con tijeras (El exorcista III, 1990)
Esta monja sólo aparece en pantalla unos segundos en la tercera película de El exorcista, pero es suficiente para ofrecer uno de los mayores sustos del cine de terror de todos los tiempos. Un plano largo y tranquilo de una enfermera haciendo su ronda en el pasillo de un hospital es interrumpido por el zoom de una monja encapuchada que se dirige hacia ella con un par de tijeras gigantes. De pesadilla.
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