‘Los extraños’ es bien recordada por ser uno de los home invasions más aterradores que se han visto en el cine.
Los primeros años de la década del 2000 nos dieron algunas buenas cintas de terror y suspenso, que a día de hoy son inolvidables. Una de ellas es este thriller asfixiante protagonizado por Liv Tyler, actriz que en aquellos años solía vérsela con mayor frecuencia en el cine. Ella se mete en la piel de una mujer que es testigo de cómo la maldad humana puede carecer de rostro para llevar a cabo sus oscuras necesidades. La cinta a la que nos referimos se llama Los extraños, y es bien recordada por ser uno de los home invasions más aterradores que se han visto en el cine. Veamos más detalles sobre esta producción que este año cumple su 15 aniversario de existencia.
Los extraños no narra la historia de Kristen McKay (Liv Tyler) y James Hoyt (Scott Speedman), una pareja que atraviesa por una profunda crisis. Ambos deciden pasar una noche especial en la segunda residencia de la familia Hoyt. El escenario es una lujosa propiedad instalada en medio del bosque. Al regresar a casa después de asistir a la boda de una amiga, la pareja enfrenta una odisea de absoluto horror cuando alguien llama a la puerta (a las 4 de la mañana) y pregunta: “¿Está Tamara?”.
Tres extraños, bastante perturbadores, los cuales portan máscaras, comenzarán a acechar a la pareja en el interior de la casa. Además de este hecho y de la apariencia de los invasores, la cinta goza de otros elementos muy aterradores: una canción que se repite una y otra vez, prolongados silencios que nos provocan una creciente tensión, y la oscuridad absoluta que rodea la casa.
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Los extraños: no te fíes de nadie al caer la noche
La película dirigida por Bryan Bertino convierte lo cotidiano en algo aterrador. Un escenario tan sencillo como una casa en medio del boque es uno de los recursos más vistos en una historia del cine de horror, pero aquí no tiene desperdicio alguno, pues el espectador ve cómo un escenario de lo más cotidiano se convierte en un sitio donde la maldad hace acto de presencia.
Quizás uno de los puntos más débiles del relato sean las actuaciones de los protagonistas, ya que ni Liv Tyler ni Scott Speedman logran brillar en momento alguno. Lo que sí brilla es ese trío de invasores que nos enseñan que el mal y la locura no necesitan una excusa concreta para hacer presentes. Son malos por el simple placer de serlo. Y esas máscaras con las que ocultan su rostro es un espejo perfecto de la locura que anida en su interior.
En ese sentido, Los extraños nos recuerda a grandes clásicos del género como Halloween (1978), en donde un asesino silencioso es una máquina de matar sin misericordia alguna. Otro gran punto a destacar es la ambientación del lugar donde ocurren los hechos: una lujosa casa iluminada por el débil resplandor de lámparas y velas. Ahí también lucen un piano cubierto de pétalos de rosa, un tocadiscos sobre un mantel de color burdeos, la cabeza disecada de un venado, pesados cortinajes, cuadros amarillentos pintados sobre papel, pasillos que conducen a una pared ciega.
Basada en hechos reales
Ya decíamos que la película se basa en algunos hechos que ocurrieron en la realidad; uno de ellos es un juego que solía practicar la Familia Manson que consistía en invadir una casa al azar en la que sus dueños dormían. Los invasores cambiaban algunos muebles y otros artículos de disposición para provocar el miedo y la sorpresa en los residentes al siguiente día.
Pero hay otro caso criminal que también inspiró los acontecimientos: este ocurrió el 11 de abril de 1981 en la localidad californiana de Keddie. Una mujer de 36 años, su hijo de quince, su hija de trece y un amigo de la familia, de diecisiete, fueron asesinados en su cabaña cuando vacacionaban.
En su informe, la policía indicó que las víctimas fueron torturadas durante más de diez horas con martillos y cuchillos. El equipo forense descubrió sangre en los muros y también había señales de que los autores de los hechos no solo acuchillaron a sus víctimas sino también los sillones y otros objetos.
La premisa de Los extraños quizás no resulte del todo original para el espectador de cine de terror más ‘rudo’. Pero su puesta en escena no cabe duda de que tiene un alto poder de suspenso. Es un retrato de la maldad en estado puro que todavía provoca escalofríos 15 años después de su realización.
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