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#Cine

Ghostwatch: el programa de la BBC que engañó y asustó a una nación

Ghostwatch es uno de los programas más recordados de la BBC porque asustó a una nación al hacerse pasar por un caso sobrenatural real.

Estamos en la noche de Halloween de 1992. Miles de familias de todo el Reino Unido están reunidas para gozar de una noche de televisión. Para esa noche especial, la cadena BBC tiene preparado un programa que lleva publicitando desde semanas atrás. Se llama Ghostwatch, y consiste en una investigación, supuestamente en vivo, sobre una actividad paranormal que se registra en una casa de Northolt, al noroeste de Londres.

En realidad, todo se trataba de una ficción que se hacía pasar por realidad. El programa fue idea del escritor de novelas de terror Stephen Volk, que originalmente lo concibió como un drama en seis partes. Buscando que el programa tuviera mayor impacto, la productora Ruth Baumgarten pidió que Volk creara una historia de fantasmas de 90 minutos para la serie Screen One de la cadena.

“Le dije: ‘¿por qué no lo hacemos más bien como una investigación, una historia de misterio, simulando que es una transmisión en directo desde una casa encantada?”, recuerda Volk en una entrevista para la misma BBC.

El guion tuvo numerosas reescrituras, ya que el concepto era confuso para los ejecutivos de la televisión.

“Baumgarten se rascaba mucho la cabeza y se quedaba perplejo cuando se reunía con la gente para explicarles lo que intentábamos hacer”, recuerda Volk. “Cuando lo leían, no entendían por qué estaba escrito de esa forma tan peculiar. No entendían cómo iba a funcionar”.

La cadena quería que celebridades de la televisión estuvieran involucradas en el proyecto. Para ello mandaron llamar a Michael Parkinson, uno de los rostros más conocidos de la BBC, para que fuera el presentador. Junto a él estaba la popular presentadora de televisión infantil Sarah Greene, junto con su marido, el presentador de radio y televisión Mike Smith.

Poltergeist en Inglaterra

El programa presentó la historia real de una mujer de nombre Pamela Early y sus dos hijas que eran acosadas por fenómenos paranormales en su hogar. Un equipo de investigadores y reporteros de la BBC se trasladó al lugar para hacer una transmisión en vivo y reportar los hechos. Sarah Greene era la reportera titular que estaba en el interior de la casa de las Early.

El equipo usó cámaras infrarrojas para detectar la presencia de fantasmas y hacían entrevistas a las involucradas para conocer sus experiencias. En la casa se detectó la presencia de una siniestra figura que aparecía en el cuarto donde dormían las hijas. Esta entidad se llama Pipes.

La tensión en la casa aumentaba conforme los fenómenos se hacían cada vez más evidentes en la casa. Las niñas estaban asustadas, así como el equipo de reporteros que estaban cubriendo los hechos en vivo.

Al mismo tiempo, se hacían enlaces con el estudio donde dos presentadores conducían el programa y respondían a las llamadas de la audiencia, quien narraba sus experiencias con lo sobrenatural. Todo estaba perfectamente orquestado.

La advertencia que ignoraron

Aunque la idea del equipo de producción era que el episodio pareciera real, poco antes de su emisión el programa se publicitó en la portada de la revista Radio Times, en cuyo interior se explicaba que era un drama.

Sin embargo, no todo el mundo leía la Radio Times. Por ello es que cuando Ghostwatch salió al aire a las 21:25, hubo consecuencias que nadie previó.

Al final del programa, el fantasma tomó el control de las cámaras de televisión. En la casa de los Early, se vio llegar a los paramédicos y la policía, y Greene, que intentaba localizar a una de las chicas poseídas, desapareció en la oscuridad. En el estudio, no había nadie, a excepción de un asustado Michael Parkinson que parecía no entender nada.

Entre bastidores, el equipo de producción de Ghostwatch disfrutaba de una fiesta mientras se emitía el programa. En algún momento, alguien les dijo que la central de teléfono del estudio colapsaba con las cientos de llamadas de la audiencia que pedían una explicación ante lo que veían.

Muchas familias creyeron que todo era real. Se reportaron personas que sufrían crisis de ansiedad. Se dice que más de 20.000 personas intentaron ponerse en contacto con Parkinson mientras se transmitía el programa.

Muchos de los espectadores eran niños, que quedaron traumatizados por lo que presenciaron en televisión. “Creo que tres mujeres embarazadas se pusieron de parto esa noche”, dice Volk. “Un vicario telefoneó para quejarse de que, aunque se daba cuenta de que no era real, creía que la BBC había suscitado fuerzas demoniacas”.

Según Volk, las quejas se debían más a que la BBC hizo sentir como tontos a gran parte de la audiencia, que sentía que la BBC era algo en lo que podía confiar, y el programa destruyó esa idea.

El chico que se suicidó

Tristemente, hubo un caso de suicidio supuestamente derivado de la emisión del programa. Martin Denham fue uno de los muchos jóvenes que presenciaron Ghostwatch en compañía de su familia.

A los pocos días comenzó a mostrar un cambio en su comportamiento. Los radiadores de su casa empezaron a hacer ruido al calentarse y Martin pidió de repente cambiar de habitación, aunque nunca explicó por qué.

“Parecía embelesado hablando de fantasmas”, recuerda la señora Denham, su madre. “Parecía un poco alterado porque en ese momento estaban pasando cosas en la casa que habían estado ocurriendo [en Ghostwatch]. Sonaban las tuberías”, añade su padrastro.

Cinco días después de la emisión del programa, Martin se suicidó. En una nota que llevaba en el bolsillo, dirigida a su madre, se leía: “Si hay fantasmas ahora seré uno y siempre estaré contigo como uno”.

Un programa que creó una nueva forma de hacer las cosas

Stephen Volk declinó hacer comentarios sobre la muerte de Martin por respeto a la familia. Sin embargo, afirmó que nunca creyó que algo así sucediera.

“Creo que fueron 11 millones los que lo vieron y no se puede pensar en todas esas personas como individuos”, dice. “Supongo que escribía para mí mismo -con edades comprendidas entre los 12 y los 14 años- y me imaginaba viéndola y pensando: “bueno, esto es interesante, no me lo creo, pero entiendo que se trata de un drama hecho de una determinada manera”.

“Hubo una gran variedad de reacciones, desde gente que no se lo creyó ni por un segundo hasta gente que se lo creyó hasta el final, y todo lo demás”.

La cierto es que la idea de Volk fue visionaria y se adelantó años a los programas de telerrealidad actuales. La película Late Night With the Devil, una de las mejores de este 2024, ha sido comparada con Ghostwatch al tomar prestada la premisa de transmitir en vivo un supuesto hecho sobrenatural.

Sin duda, estamos ante un producto único que marcó la manera de hacer terror.

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Stephen Volk. Fotografía: Peter Coleborn

POR RODRIGO AYALA

Editor especializado en cultura pop, cine, historia, literatura y música. Amo el terror, la música rock, los conciertos y el running. Escribí los libros “Siempre al anochecer y otros cuentos de lo extraño” y “Potwór” para exorcizar mis demonios. Mi frase favorita: “It can't rain all the time”.

rodrigo.ayala@editorialtelevisa.com.mx
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