Aracnofobia fue una de las películas más taquilleras de 1990 y todavía sigue siendo una de las cintas sobre arañas más entretenidas y aterradoras de la historia.
Películas de arañas hay muchas (una de las más recientes es Infested, que aterró al mismo Stephen King), pero una de las más recordadas es Aracnofobia, de 1990. Protagonizada por Jeff Daniels y John Goodman, y dirigida por Frank Marshall, esta película tiene algo de comedia, pero también es realmente aterradora. Gran parte de ello se debe a que casi todas las tomas incluyen arañas reales. No hay CGI ni uso de animatronics. Para consegirlo, los arácnidos tuvieron que pasar una prueba.
Imitando a Los pájaros de Alfred Hitchcock
Frank Marshall, director y productor de Hollywood, fundó Amblin Entertainment con Steven Spielberg y su esposa, Kathleen Kennedy. Bajo el cobijo de esta productora, se filmaron joyas como En busca del arca perdida, Poltergeist, Gremlins, El color púrpura y Quién engañó a Roger Rabbit.
Marshall quiso probar el papel de director y por ello se puso al frente de Arachnophobia. Jeffrey Katzenberg, de Disney, le ofreció la oportunidad de dirigir esta película sobre arañas asesinas. Marshall dijo en una entrevista que el guion le recordaba a Los pájaros, de Alfred Hitchcock, en la cual un grupo de personajes tiene que huir del ataque de pájaros asesinos.
“Nos inspiramos mucho más en Los pájaros. Aracnofobia se trata realmente de una familia que se traslada al campo desde San Francisco y entonces se produce una invasión de arañas a su alrededor”, dijo Marshall.
En busca de las arañas adecuadas
Marshall sabía que para darle credibilidad y dramatismo a su historia, las arañas y las situaciones tenían que ser lo más realistas posible. Además de elegir a un actor serio para la película, como Jeff Daniels, la elección de las arañas se hizo a través de una serie de pruebas.
Hoy en día, es fácil hacer una película con arañas de CGI, pero el público se da cuenta de que no son reales, así que les dará risa en lugar de miedo. Frank Marshall quería arañas que tuvieran un aspecto determinado, así que utilizó la araña de Avondale, que tiene un aspecto espeluznante. Son inofensivas, no tienen veneno en la mordedura, pero tienen patas largas, colmillos enormes y son muy activas.
Marshall contó a Amblin que organizó “lo que yo llamaba las Olimpiadas de la Araña”, en las que Steve Kutcher, entomólogo supervisor, traía a las arañas de Avondale para hacer pruebas. Lo anterior consistió en comprobar su tamaño, su capacidad para trepar por los cristales y si se las podía motivar para que se movieran.
“Teníamos un condominio de arañas en el que había diferentes cajones con arañas que trepaban mejor que otras, algunas más rápidas que otras. Era realmente una ciencia de diferentes actores arácnidos”.
Una técnica efectiva
En el documental Thrills, Chills & Spiders: The Making of Arachnophobia, Steve Kutcher dijo que, aunque era fácil trabajar con las arañas, no se podía entrenarlas. Puede aprovecharse su comportamiento. Si las pones en un lugar caliente, querrán salir del lugar caliente e ir a un lugar más fresco”.
En la mayoría de las escenas donde se ven arañas moviéndose en una dirección, Kutcher se encontraba detrás de ellas con una secadora de pelo, lo que hacía que las arañas se desplazaran. Vemos a los animales meterse en el zapato de una persona o bajar por la pantalla de una lámpara. ¡También salen de una bolsa de palomitas y en otra emergen como explosión de un desagüe! ¿Y cómo lo hicieron? Con las secadoras.
La única araña animatrónica que se usó fue la que sale al final durante la pelea entre Dr. Ross Jennings (Jeff Daniels) con un arácnido gigante que le amenaza a él y a su familia. Chris Walas, que diseñó a los Gremlins, construyó la araña animatrónica.
“Creo que se podría decir que entre Steven, Kathy y yo éramos un grupo de niños adultos intentando darnos asco mutuamente”, dijo.
Aracnofobia fue una de las películas más taquilleras de 1990 y todavía sigue siendo una de las cintas sobre arañas más entretenidas y aterradoras de la historia.