Barbarian: The Ultimate Warrior, el videojuego más polémico

En los años 80, los escritos de Robert E. Howard eran esenciales, ya que muchas de estas historias fueron llevadas al mundo del cine.

Uno de sus escritos más famosos fue Conan el Bárbaro, el cual John Milius utilizó para hacer una adaptación al cine, pero no fue el único capo que abarcó este texto, sino que también llegó al mundo de los videojuegos, abriendo así paso a un juego inspirado por Howard, Barbarian: The Ultimate Warrior, lanzado por Palace Software en 1987.

Este videojuego llegó después de The Evil Dead y otro inspirado en Red Sonja, realizados por Steve Brown, los cuales le abrieron paso a Bárbaro, ya con unos guerreros de pixeles más grandes, mejor diseñados y totalmente novedosos.

Barbarian: The Ultimate Warrior era un juego de lucha, donde combatían con espada uno a uno con la animación de su preferencia hasta la muerte en una arena presidida por un villano llamado Drax, los cuales utilizaban una selección de movimientos sencillos, pero bastantes satisfactorios, similares a los del Street Fighter II; este juego provocaba que cualquiera que lo jugara se podía sentir como un héroe de su época.

El diseño del personaje estaba basado en las ilustraciones realizadas por Frank Frazetta, el cual tenía una espada y un taparrabos, es así como se obtuvo al guerrero que proporcionaría varias horas de diversión, marcando así un antes y un después de Palace Software.

Entre los movimientos que Conan el Bárbaro realizaba, se encuentran el ataque de espalda, soltar patadas y cortar la cabeza, el cual te daba puntos extra si lo lograbas. Era el primer juego de lucha mortal con ejecuciones a sangre fría, tal como el Mortal Kombat.

Este juego provocó mucha polémica en el mundo debido a su temática y los gráficos que presentaba, casi todos pensaban que Barbarian: The Ultimate Warrior era sádico en extremo, lo que provocó que en Alemania el juego llegara a la corte.

Estando en la corte, se demostró el movimiento final por el que el juego se volvió algo grotesco y, después de varias pruebas y demostraciones, se decidió que el juego se prohibiría. Ante este problema, la solución para Palace Software cambiar de color la sangre, en vez de que fuera roja la transformaron a verde, con eso el juego regresó a su vida normal.

En resumen, Barbarian: The Ultimate Warrior se convirtió en un juego con emociones de corta duración, pero con un alto grado de satisfacción que era raro encontrar en los juegos de combate. El único juego que logró llegar al nivel de este fue Way of the Exploding Fist, ya que tenía efectos de sonido crujientes y una animación muy suave.

A pesar de que se lanzó Barbarian II: The Dungeon of Drax, este no pudo lograr el mismo éxito que el primero, ofrecía mayor variedad, pero aú así no logró llegarle.

Actualmente Barbarian: The Ultimate Warrior está lejos de ser el mejor juego de todos los tiempos o con una súper estrategia de juego, pero de lo que sí estamos seguros es que en su época fue el mejor.